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Ana Galeote / Graduada en Fisioterapia y en Antropología Social y Cultural y fundadora de PhysioWods

‘Una práctica de ejercicio físico diario puede ser el desencadenante que nos ayude a tomar las decisiones acertadas para mejorar nuestra salud

Emma Vicente EM 23-04-2024

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PREGUNTA.- A pesar de su juventud, sorprende la experiencia vital y laboral que tiene. Hablamos de que es fisioterapeuta, con formación en antropología y psiconeuroinmunología, y que ve en la práctica deportiva diaria una perfecta aliada para mejorar nuestra salud física. ¿Cómo se llega a este convencimiento y qué es lo básico para que así sea?

RESPUESTA.- Una vez finalicé mis estudios de fisioterapia, continué estudiando posgrados, másters, cursos de fines de semana, etcétera, intentando acumular el mayor conocimiento posible y las mejores herramientas con las que ayudar a mis pacientes. Sin embargo, sentía que siempre me faltaba algo, no terminaba de dar con la raíz de su problema.
Existe una diferencia importante entre tratar un síntoma, como puede ser un dolor de espalda, o tratar la causa de esa dolencia, y eso era algo que pocas veces conseguía, por mucho que estudiara.

Aunque yo había sido una persona activa en mi infancia y adolescencia, cuando comencé la carrera dejé de hacer deporte, a pesar de saber los beneficios que tenía, no conseguía ser constante o encontrarle una diversión al entrenamiento. Con 27 años, descubrí el CrossFit, por primera vez me lo pasaba bien entrenando, tenía ganas de mejorar mis capacidades, era constante… y todo eso desembocó en un interés por mejorar mi alimentación, mi sueño y mis hábitos.

Mi salud, mejoró exponencialmente, tanto a nivel físico, como a nivel emocional. Tenía más energía, más motivación, había mejorado mi digestión, no tenía molestias… y me di cuenta del poder que la práctica deportiva tenía en mi salud y bienestar. Y ahí fue cuando empecé a ver en mis pacientes, la necesidad de que llevaran un estilo de vida más saludable, por ahí estaba la raíz de esos problemas, de esos dolores crónicos.

Por lo tanto, mi convencimiento llega de la experiencia propia. A pesar de tener la teoría bien aprendida, no fue hasta que sentí los beneficios en mi cuerpo, cuando realmente lo entendí. Por eso considero, que lo principal es empezar con algo sencillo que la persona disfrute, ya sea bailar, nadar, correr o ir al gimnasio. 
Una práctica de ejercicio físico diario puede ser el desencadenante que nos ayude a tomar las decisiones acertadas para mejorar nuestra salud.

P.- En algunas comunidades autónomas, desde Atención Primaria, ya se prescribe ejercicio como tratamiento. Usted defiende que esa práctica deportiva frecuente contribuye a vivir más años y con mejor calidad de vida, pero, en concreto, ¿cuáles son los beneficios de practicar deporte para las personas mayores?

R.- Para empezar, debemos entender que las causas principales de muerte de la sociedad española –enfermedad cardiovascular, enfermedad metabólica, cáncer y enfermedades neurodegenerativas– tienen una relación estrecha con nuestros hábitos diarios.

Cuando nosotros realizamos una práctica deportiva que incluye un componente cardiovascular y un componente de fuerza, estamos mejorando nuestra capacidad cardiaca, estamos ganando masa muscular, lo cual mejora nuestra sensibilidad a la insulina, mejoramos la capacidad de nuestro sistema inmune y disminuimos la inflamación, esta última se relaciona cada vez más con algunos procesos de cáncer, y mejoramos nuestra capacidad cognitiva, retrasando la aparición de enfermedades neurodenegerativas.

Además, no podemos olvidarnos, del devastador efecto que puede suponer una caída en personas mayores de 65 años. Todos hemos oído hablar de las fracturas de cadera en personas mayores. Bien, pues hay estudios que han llegado a observar un porcentaje de mortalidad de entre el 14 y el 50%, en los 12 meses posteriores a la fractura. Los datos son escalofriantes. Esto nos muestra la importancia de mantener nuestra capacidad física y de entrenarla.

El entrenamiento de fuerza nos ayuda a ganar músculo y mejora nuestra densidad ósea, protegiéndonos en las caídas y mejorando nuestra agilidad. Además, se ha observado que a partir de los 55 años, nuestra esperanza de vida tiene una relación directa con el porcentaje de masa muscular: un porcentaje de masa muscular más alto, más esperanza de vida.

P.- En paralelo con la anterior pregunta, ¿cuáles son esas lesiones a evitar o esas enfermedades que suelen aparecer cuando envejecemos, que podemos prevenir con esta práctica?

R.- Desde mi punto de vista, la clave está en centrarnos en la capacidad funcional y en nuestra independencia, ya que perder la independencia a causa de una fractura, por ejemplo, puede ser el principio del final, aunque suene trágico, pero es importante conocer la verdad.

Hay ciertas capacidades físicas que tienen una relación directa con nuestra salud y nuestra calidad de vida: la capacidad para levantarnos del suelo rápidamente, la velocidad a la que caminamos, lo que resulta esencial para no caernos cuando nos tropezamos, y nuestra fuerza de agarre, para agarrarnos a una barandilla, por ejemplo, y no caernos.

Existen patologías inevitables que son fruto del envejecimiento, como la artrosis y la patología discal (hernias discales, lumbares, por ejemplo). Cuando tenemos unos huesos y unos músculos fuertes, y hemos mantenido nuestras capacidades físicas, ese envejecimiento músculo esquelético no tiene por qué afectarnos a nuestro día a día, y podemos llevar una vida completamente independiente. 

P.- Y ya puestos, ¿qué deportes considera más adecuados a medida que vamos cumpliendo años? O más que por edad, quizás esta recomendación también debería atender a si se sufre alguna dolencia…

R.- Como mencionaba al principio, es fundamental que la persona disfrute del ejercicio y del movimiento. Por ello, le recomendaría que escogiese la actividad que más le guste, eso le va a ayudar a ser consistente y sentir los resultados en su cuerpo. Más allá de eso, aconsejo que realice una actividad que incluya tanto un trabajo cardiovascular como un entrenamiento de fuerza levantando peso.

Muchas personas mayores que nunca han entrenado fuerza se piensan que ya están muy mayores para intentarlo o que les va a hacer daño. Todo lo contrario, el entrenamiento de fuerza puede cambiarles la vida, no lo digo por exagerar. Puede suponer la diferencia de caerse o no caerse, o la diferencia de romperse un tobillo y no rompérselo. Además de que la vida diaria se vuelve mucho más fácil cuando las bolsas de la compra no suponen un inconveniente y podemos levantarnos de la silla sin ayuda.

Todo lo que no usamos, lo perdemos. Si no queremos perder masa muscular con el paso de los años, más nos vale entrenarlo desde hoy mismo.

P.- Usted ha creado la web PhysioWods. ¿Qué es y qué ofrece en esta página?

R.- En PhysioWods creemos que la educación es la base para tener una vida saludable y para recuperarla cuando la perdemos. Por esto, nuestro objetivo es compartir el mayor conocimiento posible a través de nuestro canal de YouTube y nuestras redes sociales, para llegar a todo el mundo.

Durante muchos años se ha pensado que la enfermedad era fruto del azar y ya sabemos que no. Todos podemos hacer mucho por ganar salud, por cuidarla y por recuperarla. Adoptar un rol activo en nuestra rehabilitación y nuestra manera de cuidarnos es esencial.

Precisamente por eso, ofrecemos protocolos de rehabilitación de dolor de hombro, de rodilla y lumbar, para educar a las personas sobre el dolor y darles un programa de rehabilitación donde ellos toman un rol activo y se rehabilitan a través del movimiento. 

P.- De PhysioWods, con la pandemia por la Covid-19 surge Healthy Movement –comunidad que aglutina más de 150.000 suscriptores en YouTube y más de 120.000 seguidores en Instagram–, que es un programa que busca mejorar la movilidad de sus pacientes, un aspecto muy a tener en cuenta entre las personas mayores. Pero, con movilidad, elasticidad, flexibilidad… –conceptos diferentes pero que podríamos englobar en salud ósea–, ¿se nace o se hace?

R.- Nuestro cuerpo es el resultado de miles de años de evolución, es realmente maravilloso. Cuando somos pequeños tenemos acceso a toda esa movilidad, da gusto ver a los niños jugar en el suelo, trepar y llevarse el pie a la cabeza. Conforme vamos creciendo, vamos perdiendo los rangos de movilidad que no usamos, y así es como perdemos capacidad. 

Esos rangos podemos recuperarlos si los entrenamos. No hay una edad a la que no se pueda seguir mejorando, siempre podemos. No existe un solo estudio científico que diga que a partir de X años ya no podemos ganar músculo o no podemos ganar movilidad. Con movilidad nacemos, y si la perdemos, podemos entrenar para recuperarla. La movilidad determina nuestra calidad de vida.


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